Se reúnen en el Teatro del Estado mujeres aspirantes a un cargo de elección popular
Durante el evento, la presidenta de la comisión, la diputada Tere Zucolotto Feitto, denunció que en nuestro país no existe la paridad de género en el ámbito político; es decir, no hay un equilibrio entre el número de varones que están activos en la política y el número de mujeres que participan en esta actividad. Como ejemplo, la diputada panista señaló que en México sólo tenemos una gobernadora mujer, en el estado de Sonora.
Ante la pregunta ¿cuáles son los motivos por los que las mujeres se mantienen al margen de las decisiones políticas? Zucolotto Feitto respondió que todavía existe una resistencia masculina dentro de los partidos políticos para compartir el poder. Lo que se traduce en violencia política contra las mujeres, pero también económica y sexual. Tere Zucolotto dijo que en estos comicios municipales el principio de paridad de género debe ser el eje rector de todos los partidos políticos.
Por su parte, la diputada Tanya Carola Viveros Cházaro, vocal de la Comisión para la Igualdad de Género, mencionó que la denuncia y la visibilización son el arma que tenemos para alcanzar una sociedad cero tolerante a la violencia contra las mujeres. Otra es “hacer evidente que la violencia contra las mujeres es una amenaza latente, cotidiana, que puede pasar desapercibida. Este tipo de actitudes implican un desprecio simbólico, que es el mismo que puede convertirse en acosos, hostigamientos, discriminación, abusos, violencia sexual y física o incluso en asesinatos feminicidas”.
A decir de la legisladora Viveros Cházaro, en las próximas elecciones en Veracruz, por primera vez los partidos estarán obligados a mantener un principio de paridad de género en las candidaturas a presidentes municipales, síndicos o síndicas y a regidores o regidoras. No obstante, la diputada por Morena lamentó que todavía queda mucho por hacer, y “es a las mujeres a las que nos toca romper brecha”.
La diputada Viveros también subrayó que “es indispensable que, cada vez más, las autoridades electas democráticamente sean más representativas: que haya funcionarios y funcionarias indígenas, mestizos, rurales, de clase baja o alta, afrodescendientes, homosexuales o asexuales. Lo anterior con el fin de que los espacios de toma de decisiones sean cada vez más plurales; cada vez más un muestrario de lo que es nuestra sociedad y no un ejemplo de cómo las estructuras de poder excluyen a unos y a otras”.
