Urge que la ley y la paz imperen en la sociedad: Morena
La Diputada Daniela Griego Ceballos, del grupo
legislativo de Morena, ponderó que en el Congreso Veracruzano se vote la Ley de
Víctimas para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, iniciativa
presentada por la diputada Mary José Gamboa, reconociendo la voluntad para
aceptar algunas propuestas de Morena para modificar la Iniciativa original, lo
que ha permitido tener un dictamen más completo y dotar de mayor participación
a la sociedad civil.
Dijo que en Veracruz se vive una problemática en torno a aspectos estructurales heredados
de gobiernos anteriores y que dificultan el logro de un pleno Estado de
derecho, como: la inseguridad pública; un sistema de procuración e impartición
de justicia ineficaz; la falta de transparencia y rendición de cuentas en la
gestión pública; un manejo irresponsable de las finanzas públicas; la
corrupción, y la violación sistemática de los derechos humanos, entre otros.
Agregó que las causas
que han originado los problemas anteriores son multifactoriales, pero buena
parte de aquéllas, se deben al incumplimiento del deber legal por parte de las
administraciones públicas, estatal y municipales.
Lo anterior ha
derivado en los máximos niveles de corrupción que ha tenido el estado de
Veracruz en su historia, aunque han sido denunciados por la sociedad civil e
incluso, por las instancias fiscalizadoras de carácter estatal y federal,
documentándose desvíos de recursos públicos para fines contrarios a lo
establecido en la norma, no han sido castigados ni encarcelados cientos de ex funcionarios
cómplices de este atraco al pueblo veracruzano.
Señaló que la
violencia que se ejerce en el país provoca que se trate a las víctimas como objeto de desprecio, “su vida no vale nada”.
“Mientras, la defensa de los derechos humanos se basa en un compromiso
contra la barbarie y en un sentimiento de empatía basado en la dignidad humana”.
Indicó que se necesitan profesionales y funcionarios del Estado a quienes
el dolor de las víctimas les duela, para poder transformar las políticas frente
a la violencia, desde una visión como un problema de orden público que lleve,
en lugar de una mayor militarización, a una política de prevención y de reconstrucción
del tejido social.
Mencionó que las víctimas, luego de deambular por las diferentes
dependencias gubernamentales, en las que sólo encontraron criminalización y las
puertas cerradas, se han organizado en colectivos para crear frentes comunes
con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil, y demandan con mayor
fuerza el cumplimiento real de los derechos reconocidos por el Estado mexicano.
Añadió que las personas que se convierten en víctimas
suelen tener una capacidad importante para idear soluciones a sus problemas,
que crece cuando logran articularse con quienes se encuentran en una condición
similar, pues su objetivo es poner fin a la causa de su problema.
“Uno de sus logros fue precisamente, impulsar
junto con la sociedad civil la Ley General de Victimas, publicada el 3 de enero
pasado en el Diario Oficial de la Federación, como un primer paso de atención
real y legal para las víctimas y sus familias”.
También se refirió a las fosas clandestinas
donde se encontraron cientos de cadáveres, de lo que dijo que se requiere de un
fondo económico para que las víctimas y sus colectivos sigan en la búsqueda de
sus desaparecidos, por lo que, se establece en el Artículo 132 que “ El Fondo se conformará con recursos previstos expresamente
para dicho fin en el Presupuesto de Egresos del Estado en el rubro
correspondiente, sin que pueda disponerse de dichos recursos para un fin
diverso, y sin que pueda ser disminuido.
El Fondo deberá ser constituido en términos de lo
dispuesto en el título Octavo capítulo V de la Ley General de Víctimas.”
Como se sabe, la problemática no sólo es de las
víctimas y sus colectivos, es un problema de la sociedad veracruzana y de la
crisis humanitaria que estamos viviendo en México, por ello, se propone que la
sociedad participe de manera más activa, ya no solo para encontrar a las
personas desaparecidas, sino para prevenir y evitar que esto NO vuelva a
ocurrir. Por ello, en el Artículo Transitorio Décimo se insiste en la
participación ciudadana.
Reconoció que faltó más tiempo para realizar una
consulta amplia con la sociedad, pero era imprescindible dar este paso, y
mejorar lo que sea necesario.
La Ley de Víctimas es una oportunidad, no sólo
para construir nuevos mecanismos y coordinar esfuerzos de atención, sino también
para replantearle al Estado su relación con las víctimas. Pasar de las
violaciones de derechos humanos o el estigma sobre las víctimas, a una relación
de reconocimiento de sus derechos, de respeto por su dignidad y de compromiso y
voluntad para su atención.
Pero la ley sola no sirve, si no va acompañada
de la formación de los encargados de atender a las víctimas o investigar los
casos, y por supuesto la vigilancia de la sociedad para que la Ley cumpla con
su cometido.
Finalmente, urgió a los diputados de la LXIV
Legislatura a encontrar mecanismos legales para que la justicia y la paz
imperen en nuestra sociedad y en nuestros corazones, la ley debe contribuir a
lograr este objetivo.