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Debemos donar hasta la alegría: Héctor Yunes

No debemos brindar ayuda hasta que duela. Hoy que los mexicanos hemos conocido una nueva tragedia, estoy convencido que no puede haber dolor en la generosidad, por eso, debemos donar hasta la alegría”, dijo hoy el senador Héctor Yunes Landa, quien anunció que su sueldo íntegro del mes de octubre será donado a la fundación Carlos Slim.
En el artículo semanal que publica en diversos medios del estado, el senador veracruzano aseguró que quienes ostentan un cargo de representación popular son los más obligados a contribuir con esta causa. "Los Senadores y diputados somos los más obligados" expresó. Al mismo tiempo, lamentó la situación de emergencia en la que se encuentran personas que han perdido a un familiar, se han quedado sin casa, sin patrimonio, sin trabajo, tan sólo con la esperanza en la solidaridad de los demás ciudadanos.
Insistió en que la responsabilidad debe ser compartida por todos los mexicanos, principalmente por los funcionarios públicos, por lo que reiteró su propuesta de que quienes desempeñen un cargo de elección popular -desde el Presidente de la República hasta el regidor del municipio más pequeño del país, incluyendo a todos los gobernadores y el Jefe de Gobierno de la CDMX, los senadores, diputados federales, locales y a la asamblea legislativa; así como los jefes delegaciones y los alcaldes, síndicos y regidores de todo el país- donen un mes de su salario para apoyar las tareas de reconstrucción de la ciudad de México y los estados que resultaron afectados por los sismos de septiembre.
Destacó que las circunstancias obligan que este apoyo deba ser inmediato para fortalecer las tareas de ayuda a damnificados, así como la reconstrucción de viviendas y edificios afectados.
En su artículo semanal, reconoció que hay miles y miles de mexicanos que han donado mucho más que dinero. “Se han entregado a sí mismos. Han trabajado durante largas jornadas, hasta el límite de sus fuerzas, en rescatar sobrevivientes, remover escombros, atender y auxiliar personas que resultaron heridas, organizar la entrega de apoyos y donaciones, preparar alimentos para cientos de voluntarios que trabajan en los edificios que se colapsaron.”
“Y que podemos decir de miles de doctores, enfermeras, paramédicos y el personal de los hospitales públicos y privados que no han detenido su labor. Que no están atendiendo a pacientes sino a quienes consideran sus hermanos en desgracia”, agregó.
También destacó a aquéllas familias que convirtieron sus casas en salas de urgencia, en comedores comunitarios o en albergues temporales para muchos vecinos que antes apenas se conocían y que hoy han pasado a ser parte de sus familias; así como a los miembros de la Cruz Roja, rescatistas, a los queridos “topos”, a la policía, a los miembros del Ejército y la Marina, y a quienes se han entregado voluntariamente a esta causa.
Agradeció a quienes han tenido la generosidad y la confianza de llevar alimentos enlatados, agua, papel de baño, y muchos otros productos al centro de acopio instalado en su oficina de enlace como Senador por Veracruz, de la misma manera como lo hizo hace 32 años cuando sucedió una tragedia similar y se desempeñaba como diputado federal.
Finalmente, dijo que todos los mexicanos debemos ser conscientes de que la ayuda deberá ser constante, suficiente y por un largo periodo de tiempo. “No puede haber diferencias cuando el propósito es el mismo. México y los mexicanos nos necesitan”, concluyó.

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