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Se repite la historia, este 19 de septiembre del 2017

En una gran parte de la Ciudad de México a obscuras, con sirenas de ambulancias y unidades de emergencia que pasaban a cada segundo sobre las calles y avenidas de manera desesperada, además de gente con cualquier tipo víveres o herramienta para apoyar a quienes resultaron afectados por el sismo este martes, así se vivieron las primeras horas del desastre en medio de dolor y solidaridad.
Decenas de edificios colapsados y cientos de personas que quedaron debajo de los escombros en cada uno de los edificios que cayeron debido al temblor de 7.1 grados en escala de Richter, se pueden ver este miércoles tras más de 16 horas de darse este lamentable hecho.
Más lamentable la muerte de cientos de personas entre ellos niños, quienes tomaban clases como cualquier día normal en la escuela Enrique Rebsamen en la zona de Tlalpan de la capital del país.
Nunca imaginaron que a la una de la tarde con 14 minutos de este martes 19 de septiembre, un sismo iba causar tal desgracia.
Este punto fue uno de los más críticos en la capital del país, donde cayeron prácticamente dos edificios de la institución educativa y llevó a que se perdieran vidas de niños, niñas y adultos, aún se mantiene la labor de rescates de personas, en espera de que sea con vida.
Pocas familias hablan o expresan lo que en ese momento pasa, y quienes lo hacían solo señalan que esperaban a su hijo o hija, y lo hacían con la esperanza de que fuera con vida.
En estos hechos como en el año de 1895 en esta misma ciudad, nunca falta el apoyo de la gente en todos los sentidos,  y sin que haya alguien cercano que esté involucrado en el sismo, tal es el caso del señor Javier Cervantes, quien llevó agua y comida para quienes lo requirieran.

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