Cuál es el cambio, qué quieres?
¿En cuáles cambios piensa la gente cuando
escuchan a políticos? ¿A cuáles cambios se refieren los políticos?
Porque en la mente de todos los ciudadanos se
percibe la necesidad de un cambio, algo que mejore la condición económica de
cada quien.
Y ese ha sido el discurso político de los
últimos tiempos, un cambio que en cada elección se ve como una realidad, pero
luego volvemos a lo mismo de siempre, a las mismas quejas, los mismos señalamientos
a los mismos políticos que llegaron a prometer el cambio que nunca llegó.
Lo que pasa es que no hay una percepción
generaliza de lo que se debe cambiar; es decir, cada ciudadano quiere un cambio
de acuerdo a su circunstancia, que no le vaya a afectar en lo que tiene seguro
y no está dispuesto a ceder en nada.
Los empresarios quieren que haya un cambio que
les permita mejorar las condiciones para hacer negocio, pero que no tenga que
aportar nada que signifique gasto.
Los maestros luchan por defender sus intereses
como gremio y han aportado mucho, tiempo, han perdido dinero, muchos han
perdido el trabajo, ya que el cambio que
les ofrece el gobierno les afecta en gran medida a todos.
Los petroleros sindicalizados estaban felices
en su zona de confort, jamás se preocuparon por un cambio, ni siquiera
cuestionaban de forma eficaz a la estructura sindical.
Por lo que el cambio les llegó sin que lo
creyeran y confiaron en el poder de sus líderes, un poder que ya no tienen,
cooptados en su corrupción, sólo les quedó el deber de proteger los intereses
del gobierno.
UN CAMBIO PARA OTROS
Hace 30 años hubo un cambio importante en las
altas esferas del grupo en el poder. El Partido Revolucionario Institucional
(PRI) se partió en dos, por un lado quedaron los que querían mantener su
condición de Revolucionario y por el otro quedaron los que traían compromisos
con empresas extranjeras, promoviendo la doctrina neo liberal.
Abajo, en el grueso de la población, en medio
de un pueblo que una de sus características es que no lee y poco participa en
política, creyó que ya había llegado el fin de la época priista, creyó que
venía el cambio que tanto esperaban para contar con empleo, salud educación y
todos aquellos satisfactores que permiten una vida cómoda y en paz.
Pero no. A pesar de que la escisión del PRI sí
trajo un cambio político importante, las condiciones sociales aún no estaban
completas para lograr la verdadera transformación de la sociedad mexicana.
Luego de las elecciones presidenciales de
1988, cuando se dijo que Cuauhtémoc Cárdenas había triunfado, no hubo el deseo
de defender el voto mayoritario de la gente y se permitió un “fraude colosal”
como lo llamó el mismo Cárdenas.
30 años más esperando el cambio, incluyendo 12
años de panismo que llegó al poder ofreciendo un cambio, pero sólo fue de
colores, ya que trabajó con la misma estructura priista, el mismo sistema, las
mismas formas, la misma burocracia.
Así que no puede haber cambio alguno si se
conserva lo mismo, que fue lo que se le reclamó a Vicente Fox, quien tuvo la
oportunidad de acabar con el dinosaurio y lo dejó vivir; ahora se sabe, dadas
las actitudes públicas de Fox, que nunca tuvo la intención de cambiar nada en
el país.
Es como el ejemplo de tu casa vieja, que se
cae a pedazos, que requiere un verdadero cambio, pero solamente le pintas las
paredes y el techo, en realidad no le cambiaste nada y en algún momento se te
caerá encima.
Entonces ¿Cuál es el cambio que quieres? ¿Qué
todo cambie en los bueyes del compadre? Porque un cambio a fondo, que rompa con
las estructuras políticas y sociales que hoy nos agobian, requiere de un gran
esfuerzo, un sacrificio de cada individuo de una organización social a fondo,
que vea con claridad qué es lo que verdaderamente necesitamos como sociedad.
De otra forma, las promesas de los políticos
seguirán endulzando ingnorancias, mientras la mayoría
vivirá cada vez más jodida.