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La educación en México

Los mexicas, una sociedad eminentemente militar, crearon el calpulli, una comunidad política-agrícola y social básica.
En cada calpulli existía una escuela por disposición de la ley.
México se extravió por primera vez cuando los “conquistadores”, una buena parte de ellos extraídos por la fuerza de las cárceles españolas, crearon la encomienda, otra organización agrícola, y en lugar de continuar con la política educativa mexica, sustituyeron las escuelas por iglesias.
Una catástrofe cultural de dimensiones incuantificables.
Basta con señalar que, a la llegada de Iturbide al poder en 1822, existían en México 98% de analfabetos, dado que la educación había privilegiado únicamente a los hijos de los burócratas criollos de alto rango, a los “sobrinos” del clero católico y a los máximos jerarcas del Ejército y de la aristocracia.
El pueblo, en general, no sabía ni leer ni escribir, a diferencia de lo que acontecía en Estados Unidos, donde se obligaba a los pueblos de más de mil personas a construir una escuela, de la misma manera tan natural con que se disponía la existencia de un templo, de un mercado o de un panteón en la misma localidad.
Los habitantes norteamericanos no sólo se alfabetizaban en razón a estos benéficos acuerdos políticos y sociales con el gobierno, sino que la propia iglesia calvinista establecía, con toda claridad, que quien quisiera salvarse y no ser condenado, tenía la obligación de leer la Biblia para así estar más cerca de Dios y entender mejor sus obras.
La capacitación fue una realidad y ello devino en el incremento sustancial del ingreso y de la calidad de vida.
El analfabetismo y la ignorancia son uno de los orígenes de la miseria.
Ésta última detona cíclicamente la violencia social sólo para involucionar más aceleradamente.
He ahí una explicación de un círculo infernal que impide romper con las reglas del atraso.
México se desarrolló históricamente sin el rico proceso de oxigenación de los vientos renovadores provenientes de la Reforma religiosa europea del siglo XVI y sin los de la Ilustración, dos pérdidas en nuestra formación filosófica, política y moral de particular importancia.
La ilustración mexicana, encabezada por Francisco Xavier Clavijero, fue una tierna semilla, ciertamente promisoria, que difícilmente llegó a germinar.
A cambio, en la Nueva España estuvieron prohibidos los libros durante 300 años, salvo aquellos permitidos por la iglesia católica, institución que se convirtió en policía del pensamiento y que perseguía ferozmente a quien “pensara peligroso…”.
En una joven nación con 98% de analfabetos, estalló la guerra de independencia de más de diez años de duración.
Estados Unidos nos mutiló territorialmente para siempre; Santa Anna regresó 11 veces al poder, mientras México no podía ponerse la cabeza encima de los hombros y menos lo logró cuando estalló otra guerra, la de Reforma, de 3 años de duración, que trajo como consecuencia una nueva intervención militar, la francesa.
¿Cómo o quién iba a poner atención en la educación?
Después de la restauración de la República, se instaló la dictadura porfirista que, al concluir, cuando lanzamos al tirano al mar, arrojó un saldo de 85% de analfabetas.
Otro siglo, el XIX, criminalmente desperdiciado en materia de educación.
Álvaro Obregón y Vasconcelos crearon la SEP en 1920.
Empezó un acelerado proceso de construcción de 1000 escuelas públicas al año , ritmo maravilloso que continuaría con Calles,
en tanto la sociedad mexicana, apática y egoísta, no se sumaba al esfuerzo educativo y observaba con desgana la burocratización de la educación.
¿Cómo imaginar que, con el paso del tiempo, existirían casi 1,800,000 maestros al servicio del Estado ?
De acuerdo a los resultados de las pruebas PISA y PLANEA debemos vernos obligados a aceptar que en las escuelas mexicanas tanto privadas como públicas se incuba la mediocridad.
Integramos abiertamente un país de reprobados.
¿Así queríamos que fueran los mexicanos del día de mañana que ya llegó; que ya es hoy, hoy mismo, en este preciso momento?
Los niños nacidos en el año 2000 elegirán a nuestros gobernantes en 2018… Así de rápido pasa el tiempo… ¿Estos jóvenes están listos para tomar decisiones de semejante envergadura? ¿Qué saben de historia si los obligaron a memorizar y repetir datos ? ¿Continuaremos haciendo rayas en el agua?
Resulta verdaderamente indigerible que una cantidad incuantificable de jóvenes egresados de escuelas y universidades mexicanas todavía confundan la guerra de independencia con la revolución mexicana… De la misma manera en que llegan a sostener que Zapata y el cura Hidalgo fueron contemporáneos…
Que no sepan cubicar y hacer sencillas operaciones aritméticas para resolver problemas de la vida diaria
México se extravió por primera vez cuando se dejó de educar a la nación y se volvió a extraviar cuando, a falta de un proyecto conjunto de carácter social, no hubo otro recurso salvo el de burocratizar la educación con todas sus desastrosas consecuencias.
La sociedad mexicana, no reconoce hasta la fecha su responsabilidad histórica en el desastre educativo de México.

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