Se teje el golpe de estado jarocho
Triste el momento histórico que vive Veracruz,
miles de ciudadanos afectados por los fenómenos naturales, con una delincuencia
rampante que no tiene para cuando ser controlada o erradicada, sin un gobierno
democrático, con un gobernante que se burla de las instituciones y de los
ciudadanos y con una apatía generalizada de la ciudadanía que se niega a
participar abiertamente en la defensa de sus derechos de todo tipo.
Ahora viene otra oportunidad de lucimiento de
Miguel Ángel Yunes, las inundaciones a punto de suceder y una vez que las colonias
y comunidades de siempre queden bajo el agua, los políticos aparecerán en
primera fila para la foto que los muestre así como preocupados por la suerte de
la gente.
Y más triste aún, ver las aberraciones que
comete el gobernador azul, sin que haya algo o alguien que le ponga el alto.
Yunes Linares se apoderó del Congreso de
Veracruz. Sumisos o maiceados los diputados panistas y los que se sumaron en
últimas fechas para alcanzar una mayoría ficticia, han permitido la más
flagrante violación a la ley, mientras a la oposición no le queda más que
manotear y dar de brincos, porque la ley no se aplica.
También tiene controlada la Fiscalía estatal
con su peón Jorge Winckler que a últimas fechas se ha dedicado a bloquear a los
periodistas incómodos de sus redes sociales.
Yunes Linares ahora, poco a poco invade el
Poder Judicial, despidiendo a trabajadores con muchos años de servicio. Sin
decir agua va, muchos trabajadores del Poder Judicial han sido despedidos, pero
los recortes no son con el fin de lograr algún ahorro económico, ya que las
plazas son ocupadas inmediatamente por personal allegado o afín al gobernador.
Si observamos un poco, el perfil de los nuevos
empleados del gobierno, son idénticos al del Fiscal Winckler, jóvenes
treintañeros, carentes de experiencia en el servicio, pero dispuestos a
obedecer ciegamente a su amo, ya que para violar la ley no son necesarios
muchos estudios.
Todos los espacios del gobierno poco a poco
están siendo cubiertos por personas identificadas con el programa del gober
azul.
Un golpe de estado disfrazado, no dando
oportunidad a que personas de otras preferencias ocupen un escritorio oficial.
Exactamente lo contrario a la democracia,
preparando el terreno para lo que viene, que no haya un resquicio legal que
permita generar obstáculos al proyecto electoral del 2018, buscando obtener el
carro completo.
Triste la situación de Veracruz, con la
ciudadanía preocupada por los efectos de los terremotos, los ciclones y las
inundaciones, ciudadanía no informada por voluntad propia, ajena al quehacer de
los diputados, de los alcaldes, del gobernador, presa fácil de los abusos del
poder y ahora le sumamos que con la invasión Yunista en las instituciones, más
indefensos quedarán.
Se teje silenciosamente el golpe de estado
Yunista, a la vista de todos, solapada por los diputados del Congreso local,
mientras los nuevos funcionarios, jóvenes todos, presumen sus habilidades
culinarias en twitter, mientras asesinan impunemente a dirigentes sindicales,
mientras siguen las desapariciones, los secuestros y los asaltos, sin duda una
situación favorable para las pretensiones del gobernador.
La gente ciega, en shock, en el miedo y la
incertidumbre, cuando se den cuenta, todo estará consumado.