Recuperación luego de los ventiladores puede ser difícil para sobrevivientes de Covid-19
Diana Aguilar, paciente con Covid-19 que requirió de hospitalización y de ser intubada, asegura que cuando uno de los médicos que la atendía se preparó para deslizar un tubo de ventilación por su garganta, sólo recuerda haber pensado: “No puedo respirar. No tengo aire. Me rindo, me rindo".
La mujer, de 55 años y en medio de Covid-19, estaba comenzando su proceso de 10 días con ventilador. El dispositivo mecánico al que se conectó su tubo es codiciado por su capacidad de llevar el oxígeno profundamente a los pulmones dañados. Sin embargo, también es temido por el daño que inflige, y por las escasas probabilidades de supervivencia que ofrece.
Narró que la voz de un anestesiólogo fue lo último que escuchó antes de quedarse dormida.
Diana fue diagnosticada con Covid-19 el 18 de marzo, día en que llegó a la sala de emergencias del Hospital de la Universidad Robert Wood Johnson Somerset en Somerville, Nueva Jersey.
El virus ya había estado causando estragos en su cuerpo durante semanas, infectando las pequeñas células en sus pulmones que transportan oxígeno a su sangre.
Según señalan, la intubación es un momento horrible para cada uno de los miles de pacientes que se estima fueron sometidos a ese procedimiento; los estudios sugieren que más de dos tercios mueren mientras usando ventiladores.
Aunque los que pasan por este procedimiento salen adelante, su regreso a la salud es largo y peligroso. Los médicos están ahora aprendiendo sobre los desafíos que les esperan a las personas que llegan al hospital sin aliento y con poco oxígeno, tanto que muchos creen que un ventilador es todo lo que se interpone entre ellos y la muerte.
El presidente de cuidados críticos en la Clínica Cleveland en Ohio, Hassan Khouli, señaló que “la ventilación mecánica es una intervención que salva vidas”, sin embargo, incluso cuando los pacientes sobreviven, "algunos de ellos seguirán siendo profundamente débiles".
Añadió que los pacientes “pueden llegar al punto en que no puedan realizar las actividades diarias (afeitarse, bañarse, preparar una comida) hasta el punto de que puedan permanecer en cama".
Michael Rodricks, director médico de la unidad de cuidados intensivos de Somerset, dice que algunas personas nunca se recuperan completamente, y que aquellos que lo hacen a menudo deben volver a aprender habilidades básicas como caminar, hablar y tragar.
