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Una década sin nieve en el Nevado de Colima


 

La temperatura de la cumbre más alta del occidente mexicano se ha incrementado casi un grado centígrado en siete años


Desde hace 10 años, el Nevado de Colima carece de nieve. En solamente siete años la temperatura en la cumbre ha aumentado casi un grado centígrado, mientras que la lluvia ha dejado de caer en niveles que representan lo que llueve en Guadalajara en todo un año, de acuerdo con científicos.

En momentos húmedos y fríos, el hielo cubre la cumbre, pero las capas son muy delgadas. Guardabosques y especialistas refieren que ha aumentado el calor en la montaña, lo que ha propiciado cambios en el entorno. Si acaso cae nieve, son escasos centímetros que se funden con el calor de los rayos del sol, y la lluvia ya no se presenta con la frecuencia de años anteriores, salvo por las que cayeron este año.

Científicos lamentan que el cambio climático afecte a este ecosistema desde hace ya varios años, por eso han estudiado sus efectos y trabajan en soluciones desde el ámbito local.

Alonso Villalobos, maestro en Geoquímica por la Universidad de Utrecht, revela en su trabajo de tesis que, entre los años 2013 y 2020, la temperatura media a tres mil 461 metros sobre el nivel del mar —altura en donde está colocada la estación meteorológica automática— subió 0.5 grados centígrados.

Para los ecosistemas, medio grado en siete años es bastante significativo”, advirtió el especialista.




En 2013, la temperatura media registrada fue de 8.7 grados centígrados. Al año siguiente cayó a 8.4 grados; en 2015, a 8.5; en 2016 volvió a 8.7. Pero el incremento vino al año siguiente, cuando el termómetro registró 8.9. Sin embargo, bajó nuevamente a 8.4 en 2018, En 2019 se disparó a 9.1 y el año pasado el registro llegó a 9.2 grados centígrados.

Las lluvias también han comenzado a escasear. En 2013 la precipitación media fue de mil 700 milímetros. En 2014 bajó a mil 300 milímetros y al año siguiente aumentó a mil 750. Pero en 2016 bajó a mil 300 milímetros, para bajar todavía más en 2017, llegando a mil 200 milímetros. Para 2018 permaneció prácticamente igual y en 2019 bajó hasta solamente mil milímetros. En 2020, el registro fue de mil 200 milímetros en todo el año.

Esto se debe a que estuvo presente el fenómeno del Niño, entonces, las condiciones meteorológicas y de precipitación disminuyeron mucho porque, de mil 700 milímetros de lluvia, cayó a solamente mil milímetros en 2020. Setecientos milímetros de lluvia, es increíble esa cantidad, es lo que llueve en Guadalajara en todo el año, es increíble”.

Alonso Villalobos ilustró que las consecuencias del cambio climático son el cambio de golpe en las dinámicas naturales del ecosistema de altura del Nevado de Colima. El aumento en la temperatura permite, por ejemplo, que el escarabajo descortezador tenga menos mortandad en niveles altos con respecto al nivel del mar, teniendo un ciclo de vida mayor, pasando de cuatro a cinco meses y aumentando su población, afectando seriamente a la vegetación. El cambio de temperatura genera también condiciones de estrés en los pinos y el arbolado en general, las cuales podrían matarlos.

El científico ponderó como un proceso natural la presencia del escarabajo descortezador, pero no así su proliferación en invierno o a elevadas alturas. Destacó la importancia de dejar al ecosistema actuar de forma natural ante el cambio climático que tristemente cambiará el paisaje, dañando a la montaña.

El Nevado de Colima tiene una altura de cuatro mil 237 metros sobre el nivel del mar, es la novena cumbre más alta de México. También se le conoce como Zapotépetl y tiene en línea recta, a cinco kilómetros de distancia, al Volcán de Fuego.

El director del Parque Nacional del Nevado de Colima, José Villa Castillo, aseguró que el cambio climático ha perjudicado seriamente a toda la zona, por lo que se trabaja en soluciones desde lo local. El biólogo de profesión refirió que en el parque existe un proyecto de amortización de los cambios climáticos y el alza de la temperatura, en el que destaca la implementación de invernaderos para las diferentes especies vegetales de la montaña.

A través de una estación meteorológica se revisan 16 variables climáticas como precipitaciones, humedad, temperatura, viento y radiación solar, que proporcionan información desde 2012.

Esos datos nos arrojan que la temperatura cada vez es más alta”, ponderó.

El Nevado de Colima es hogar de pequeños mamíferos y otros de mayor envergadura, incluyendo venados, jabalíes, coyotes e incluso pumas y jaguares, especies protegidas por los pobladores de la zona y por la ley. También hay cientos de especies de aves, gran parte de ellas migratorias. Y es el único sitio en todo el mundo en donde crece el oyamel colimense, endémico de este punto de México.

José Villa llamó a que no se vea al Nevado de Colima solamente como un destino turístico, sino también
 a que se valore como uno de los últimos rincones del planeta en donde la naturaleza es la reina.

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