El ejército mexicano vs seres reptilianos.
Todo ocorrido en una agreste y solidaria zona de la Sierra de Guanajuato en el estado mexicano del mismo nombre y los Testigos no fueron un torpe grupo de excursionistas sino una unidad de fuerzas especiales del ejército que andaba por allí en una misión contra el narcotráfico.
Los alucinantes sucesos tuvieron lugar al parecer
en julio del año 2019, aunque no ha salido la luz hasta hace poco por boca
según parece de uno de los propios integrantes de la unidad y por tanto estilo
directo de los hechos, bien es cierto que esta persona permanece en el
anonimato según cuenta el mismo porque le persiguen oscuras personas
precisamente para hacer pública la historia.
La historia
tiene todos los ingredientes que se esperarían en unos hechos de estas extrañas
características, ubicaciones inhóspitas y apartadas. Testigos puestos al límite,
seres extraordinarios oscuros agentes de extrañas agencias, secretismo en
realidad oficial. Según el relato de este oficial anónimo era una unidad de
unos 20 efectivos haciendo una patrulla por zonas apartadas en la búsqueda de
plantaciones e instalaciones de fabricación de estupefacientes, con el objetivo
de localizar las y destruirlas por completo, al parecer de camino una de ellas
de la que la inteligencia les había proporcionado la ubicación llegó la noche y
tuvieron que acampar para pernoctar. Durante la madrugada comenzaron los fenómeno
extraños, puesto que se vieron despertados por unos extraños ruidos en la a
lejanía, que cuando ya despierto se escucharon con más atención eso es un
ruidos parecían ser como si fueron unos desgarradores lamentos como si alguien
estuviera siendo torturado en los cerros circundantes. Pero lo que más les llamó
la atención fue que eran unos sonidos que ni siquiera parecían humanos, daba la
impresión de ser producidos por algún tipo de animal, sin embargo ninguno de
los militares están acostumbrados a la selva y a estos sonidos pudieron
imaginar Qué tipo de criaturas podrían transmitir ese ruido semejante al a
lamentos.
En esa situación decidieron reforzar la seguridad en el perímetro de su campamento y así pasaron la segunda noche la montaña mucho más tranquilos pero sin que sucediera nada más, una vez más llegó la noche y tuvieron que parar, pero en esta ocasión vieron que su camino les había llevado hasta una zona rocosa en la que avistaron la entrega de una cueva que parecía un lugar óptimo para refugiarse durante las horas nocturnas pues ofrecían protección y era fácilmente defendible desde la entrada, sin embargo esa decisión resultó ser fatal en mitad de la madrugada todos despertaron sobresaltados, por que los gritos estaban allí de nuevo, pero con un cambio aterrador puesto que se dieron cuenta de que su lugar de procedencia era nada menos en el fondo de la cueva en la que se encontraban, ante esa terrible situación se dividieron en dos patrullas unas introduciría hacia el interior para ver que encontraban, mientras la otra tomaría posiciones para cubrir y proteger la primera.
Al parecer el militar al que le debemos el
conocimiento de esta historia acabó encabezando a la patrulla que se introdujo
dentro de la cueva, a partir de aquí su relato se convierte en una auténtica
película de terror, según cuenta después de haber avanzado unas docenas de
metros por el interior de la cavidad en el mayor sigilo llegaron a una especie
de sala más grande en la que para su espanto descubrieron a unos singulares seres de aspecto reptilianos, que aparentemente
estaban ocupados en lo que tenía todo el aspecto de ser un sacrificio.
Los militares no daban crédito a sus ojos pues
frente a ellos estaban esas horribles criaturas bípedas de unos 2 metros de
altura con la cara propia de un gran lagarto, garras en las manos y una piel
verde escamosa, entonces se lo horror terminó de desencadenarse porque uno de
aquellos seres descubrió a la patrulla y con un inquietante silbido alertó a
los suyos que cargaron sin pensarlo contra los soldados.
Ellos ante lo imprevisto de la situación emprendieron La
retirada a la carrera, no sin comenzar un nutrido fuego de cobertura que desgraciadamente
para ellos no parecía afectar en nada más y reptilianos que quizás disponían de
algún tipo de escudo protector, tan pronto siguieron junto a la otra patrulla
que se organizaron y formar un perímetro para parar a los extraños como fuera
en la entrada. Pero sin embargo no llegaron a salir tras los militares como si
no quisieran o no pudieran abandonar la cueva, un tiempo después oyeron el inconfundible
sonido de los rotores de un helicóptero acercándose a la zona, pero lejos estaban
imaginar que les aguardaba una nueva sorpresa.
Cuando tuvieron el aparato a la vista quedaron
atónitos por qué el lugar de distinguir los dispositivos de un aeronave de su
ejército pudieron probar que el aparato que estaba por tomar tierra era
completamente negro sin distingo alguno y además de un modelo que ni siquiera
pudieron reconocer, no sabían la presidencia de ese helicóptero, pero desde
luego no era uno de los suyos y esa impresión no hizo sino agigantarse cuánto
del mismo descendió una patrulla de
hombres vestidos con extraños trajes negros, con inapelable autoridad no recién
llegados que ellos se encargaban de la situación y si la menor duda se
encaminaron directamente hacia el interior de la Cueva.
Según sigue el relato los soldados oyeron lo
que sin duda era el instrumento de una refriega armada y a los pocos minutos
los hombres de negro volvieron a salir, tras la operación dos de esos hombres
reunieron los soldados y les combinaron a no contar nada de lo que habían
presenciado, dijeron trabajar directamente para el gobierno y amenazaron con
perseguir a cualquiera que divulgara la mas mínima información sobre lo sucedido.
Según sigue contando la Fuente después de
aquello todos los hombres que estaban en aquella misión fueron reasignados y
separados curiosamente parece que algunos fueron destinados a escoltar a
misteriosos hombres del gobierno norteamericano que comenzaron a operar en
secreto en México.