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La economía de China volvió al crecimiento en el segundo trimestre de este 2020, marcando así un hito importante a nivel mundial de recuperación económica tras la pandemia de COVID-19. Y es que el Producto Interno Bruto (PIB) del gigante asiático se expandió 3.2 por ciento en el segundo trimestre respecto a 2019, revirtiendo la caída de 6.8 por ciento que tuvo en el primer trimestre del año corriente. Con esta alza en el PIB, además, supera el pronóstico promedio de 2.4 por ciento que se tenía previsto de crecimiento para este lapso. Sin embargo, en el primer semestre, la producción cayó un 1.6 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019. Luego de haber cerrado su economía en el primer trimestre para detener la propagación del COVID-19 y haber logrado derrotar en gran medida los brotes posteriores, China reclama el liderazgo mundial en el tratamiento de la enfermedad mortal. Sin embargo, un enfoque de estímulo económico conservador ha producido solo una modesta recuperación económica, y una que sigue siendo muy vulnerable a los retrocesos en la demanda externa a medida que los cierres por la pandemia continúan en distintos países obstaculizando la actividad global. Los datos mostrados este jueves (tiempo local de China), mostraron que la recuperación aún está impulsada en gran medida por la industria, en tanto que la confianza del consumidor sigue siendo más débil de lo esperado.

La economía de China volvió al crecimiento en el segundo trimestre de este 2020, marcando así un hito importante a nivel mundial de recuperación económica tras la pandemia de COVID-19.
Y es que el Producto Interno Bruto (PIB) del gigante asiático se expandió 3.2 por ciento en el segundo trimestre respecto a 2019, revirtiendo la caída de 6.8 por ciento que tuvo en el primer trimestre del año corriente.
Con esta alza en el PIB, además, supera el pronóstico promedio de 2.4 por ciento que se tenía previsto de crecimiento para este lapso. Sin embargo, en el primer semestre, la producción cayó un 1.6 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019.
Luego de haber cerrado su economía en el primer trimestre para detener la propagación del COVID-19 y haber logrado derrotar en gran medida los brotes posteriores, China reclama el liderazgo mundial en el tratamiento de la enfermedad mortal.
Sin embargo, un enfoque de estímulo económico conservador ha producido solo una modesta recuperación económica, y una que sigue siendo muy vulnerable a los retrocesos en la demanda externa a medida que los cierres por la pandemia continúan en distintos países obstaculizando la actividad global.
Los datos mostrados este jueves (tiempo local de China), mostraron que la recuperación aún está impulsada en gran medida por la industria, en tanto que la confianza del consumidor sigue siendo más débil de lo esperado.

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